Introducción
A finales de 2019, fuimos sorprendidos con el resurgimiento y la propagación del síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), la causa del covid-19, que pronto provocó cambios inimaginables en todos los sentidos. En este contexto, la OMS reconoció el covid-19 como una pandemia y con él surgieron o se reinterpretaron otros términos, lo que llevó a la necesidad de generar estudios relacionados con la terminología en este escenario.
En el campo de la salud, particularmente en la medicina, la terminología tiene su génesis en la denominación de enfermedades. Este hecho quedó evidenciado en las obras de Hipócrates[1], Galeno[2], Avicena[3] y William Harvey[4]. Desde el Renacimiento, se intensificó y se articuló este tema, principalmente en las áreas de la química —con las obras de Lavoisier[5]—, la botánica y la zoología —con Lineu[6],[7]—. Sin embargo, fue a partir de la década de 1930, con la tesis defendida por el ingeniero Wüster (1998) —quien se consolidó en la teoría general de la terminología (TGT)— que la terminología cobró gran importancia y, poco a poco, se fue estructurando y expandiendo alrededor del mundo. Si bien la TGT se consideraba un instrumento importante, gradualmente se comenzó a notar que era muy lineal y no incluía aspectos relacionados con el léxico de las culturas, dado que su enfoque era hacia la comunicación dentro de los lenguajes de especialidades, en un dominio particular.
Al observar este hecho, surgieron otras reflexiones o propuestas alternativas a la TGT, como los estudios de Boulanger, quien propone el término socioterminología y sostiene que «viene a mitigar los exagerados efectos prescriptivos de algunas proposiciones normativas» (Boulanger, 1991, p. 25). Para Boulanger (1995, p. 198 Traducción de los autores) la socioterminología «toma en consideración los aspectos sociolingüísticos de la comunicación científica y técnica». Es decir, «trabaja el término técnico desde una perspectiva que parte del signo lingüístico». En realidad, se interesa «en las prácticas institucionales que tienen como objetivo observar, registrar y normalizar las prácticas lingüísticas en los procesos tecnológicos». Por lo tanto, da origen al concepto de uso, o llevando «ambiente del término».
Gaudin (2003, p. 81) también lo admite y defiende que la socioterminología «analiza la circulación de términos desde el ángulo de la diversidad de su uso social, que abarca, al mismo tiempo, el estudio de las condiciones de circulación y apropiación de los términos». Consecuentemente, son considerados como signos lingüísticos y no como etiquetas conceptuales. Para el autor, es en el marco de las instituciones administrativas, políticas o económicas que se desarrolló la terminología» (p. 77). Además, se destacan los trabajos de Cabré (2003) —con la teoría comunicativa de la terminología (TCT)—, de Temmerman (2000) —que ha propuesto la terminología cognitiva— y de Diki-Kidiri (2000) —con la terminología cultural—. Todas estas reflexiones muestran que la TGT se preocupa por términos de especialidades, aunque utiliza los léxicos de la sociedad o de las comunidades, desde una perspectiva lineal. La socioterminología, la TCT, la terminología cognitiva y la terminología cultural, por su parte, tienen una «huella» más dinámica que contempla aspectos culturales, comunicativos y cognitivos de los términos en línea con el discurso de los sujetos.
Los trabajos desarrollados en los dominios de la bibliotecología, la documentación y las ciencias de la información también se apropian de los términos para la construcción de vocabularios controlados (sean sistemas de clasificación, vocabularios controlados, tesauros u ontologías) a fin de estandarizar los términos considerados metadatos para la representación, organización, acceso y recuperación de la información, con menor interferencia.
Tales consideraciones están en línea con la terminología relacionada con el fenómeno del covid-19, cuya fuerza y alcance es exponencial y parece imparable. Afectó a toda la sociedad y los más diversos campos del conocimiento, e incluso fue metaforizado por muchos como una «burbuja» que no deja a nadie fuera.
Aunque ya no vivimos en tiempos de pandemia, consideramos que todavía es fundamental estudiar la terminología relacionada con la enfermedad del covid-19 porque esta es necesaria por la polisemia y los neologismos[8] en este entorno, que pueden interferir en los procesos de comunicación. Por tal motivo, esta investigación se basa en la siguiente problemática: ¿Qué aspectos deben tomarse en cuenta para la construcción de una ficha terminológica en el ámbito de covid-19, observando sus propiedades y atributos? En busca de encontrar respuesta a este problema de investigación, definimos como objetivo analizar la terminología en el entorno de covid-19, a partir de la literatura científica y de vulgarización publicada en el período de marzo de 2020 a febrero de 2021, con el fin de construir una ficha terminológica.
Destacamos que no es exagerado recordar que la información se engloba en todos los campos del conocimiento, sean científicos, tecnológicos, populares o religiosos, entre otros. Y para todos ellos necesita la predicación: información científica, tecnológica, popular, legal, para la salud, matemática, utilitaria, etc. Esto nos trae, como consecuencia, la necesidad de estudios basados en la interdisciplinariedad y, en este caso, en las teorías más modernas de la terminología, con el fin de favorecer la oferta de información con menor interferencia, no solo en los dominios de especialidades, sino también en las comunidades, incluidas las consideradas vulnerables.
Con este trabajo, esperamos despertar el interés para nuevos estudios teóricos e interdisciplinarios sobre terminología en el contexto del covid-19, involucrando las ciencias de la información, las ciencias de la salud y la propia terminología.
Terminología y diversidad de la información en el contexto del covid-19
A medida que avanzan la ciencia y la tecnología, los estudios e investigaciones que cubren la terminología se desarrollan con una perspectiva interdisciplinaria, particularmente en áreas en las que existe una necesidad creciente de estructurar términos y conceptos para una mejor comprensión. Este es el caso de la pandemia de covid-19. Conforme la enfermedad ha ido progresando, la terminología en este contexto también ha ganado protagonismo con las publicaciones de la OMS (2020), que pronto llamó la atención sobre los términos pandemia e infodemia. Además de estos, otros términos, poco a poco, fueron apareciendo o siendo resignificados, entre ellos: desinformación, fake news, negación, vacunas, diseminación, gravedad, encierro, home office e inacción. Todos ellos se hicieron presentes en la sociedad, independientemente de los estratos socioculturales, antropológicos o religiosos. En este sentido, la terminología está llamada a colaborar para favorecer la comunicación entre sujetos que cada vez más necesitan comprender el entorno del covid-19.
Como se mencionó en la introducción de este artículo, la terminología se destaca con la TGT de Wüster, quien propuso la estandarización de la terminología dentro de la comunicación especializada. No obstante, Cabré (2016) sostiene que esta linealidad terminológica, naturalmente, puede interferir en el proceso de comunicación con otras áreas del conocimiento y, también, con las comunidades.
Está claro que la transmisión de textos especializados es precisa en la medida en que responde a esquemas establecidos y reconocidos por un grupo de expertos. Sin embargo, esta precisión no determina que el conocimiento sea uniforme y homogéneo. Un objeto de saber puede ser percibido desde distintas posiciones y dar lugar a explicaciones complementarias, e incluso puede ser susceptible de conceptualizaciones distintas y dirigir hacia esquemas distintos de conocimiento. Asimismo, puede transmitirse a diferentes niveles de complejidad según sus destinatarios.
Corroborando esta idea, Gaudin (1993, p. 17) explica que la socioterminología «defiende que los términos, al ser unidades en funcionamiento real y parte de que las lenguas naturales, son necesariamente sociales, ya que se usan en grupos sociales y circulan en sociedad». También sostiene que la socioterminología debe reemplazar la génesis de los términos, su recepción y su aceptación, pero también las causas de su fracaso y las razones de su éxito, dentro del lenguaje concreto y de las prácticas sociales de las personas que los utilizan. Estas prácticas son esencialmente las que se ejercen en esferas de actividad. Por eso la socioterminología tuvo que afrontar las reflexiones sobre los vínculos que se forjan entre obra y lenguaje.
Por su parte, la TCT evidencia que «aparentemente, los términos no parecen diferir mucho de las palabras, considerados desde una perspectiva formal o semántica; pero se diferencian notablemente de ellas si aportamos criterios pragmáticos comunicativos» (Cabré, 1993, p. 18).
A su vez, la teoría sociocognitiva de la terminología de Temmerman (2000, p. 45) indica que «el primer punto es que la terminología debe considerar los conceptos como “unidades de conocimiento” en lugar de unidades que deben definirse». La autora sostiene además que en la comprensión de una visión clásica de la terminología «se centran solo en la estandarización terminológica y no en una descripción auténtica del significado de los términos que se encuentran en documentos textuales» (Temmerman, 2004, p. 32). Y luego se pregunta: «¿Cómo estudiar y describir las categorías? ¿Tomamos como punto de partida un término (enfoque semasiológico) o la idea abstracta de un “bloque de información” (enfoque onomasiológico)?». Así, avanzando en esta discusión, establece cuatro perspectivas:
1) perspectiva nominalista («la unidad de interpretación es el significado de la palabra»),
2) perspectiva mentalista («la unidad de interpretación es una idea que existe en la mente de las personas»),
3) perspectiva realista («la unidad de interpretación es una forma externa que existe en el universo») y
4) perspectiva espacio-temporal («la unidad de interpretación evoluciona en el tiempo y el espacio») (Temmerman, 2004, p. 36).
En cuanto a la terminología cultural (TC) de Diki-Kidiri (2000a, p. 32), fue diseñada para responder «a las necesidades terminológicas de los países en desarrollo donde las condiciones de trabajo son diferentes a las de los países desarrollados. La TC tiene como objetivo apropiarse de terminologías». En esta perspectiva, coloca no solo al enunciador sino a toda la «comunidad cultural […] en el corazón de la reflexión» (Diki-Kidiri, 2000a, p. 33). Para el autor, «la cultura se nutre de toda experiencia humana en términos de producciones, conocimientos, saberes de todo tipo» (Diki-Kidiri, 2000b, p. 6).
Como ocurre con cualquier descubrimiento científico y aplicabilidad tecnológica, surgen nuevos términos para nombrar invenciones o innovaciones con el fin de popularizar o integrar las novedades en el entorno social, con miras a favorecer la comunicación. Este es el caso de los términos relacionados con el contexto de covid-19, que trajeron no solo los dirigidos específicamente al virus o la enfermedad que causa, sino también a su entorno. De ahí la necesidad de investigar la terminología relacionada con esta pandemia: la creación de estos términos no proviene exclusivamente de la comunidad científica, sino también de la sociedad, que estructura su propio vocabulario en un intento de apropiarse del nuevo contexto informativo que surge del entorno relacionado con el SARS-CoV-2[9].
El término coronavirus fue acuñado en 1968, porque su morfología es de tipo coronaria (Virology: Coronaviruses, 1968). En 1975, el Comité Internacional de Taxonomía de Virus estableció la familia Coronaviridae. Peiris et al. (2003, p. 741) argumentan que la aparición de coronavirus está asociada a «un brote de neumonía atípica, en Guangdong, provincia de la República Popular China» ocurrido en noviembre de 2002, considerado como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS).
En 2003, el Informe General de la OMS señala que los primeros estudios colaborativos llevados a cabo en Guangdong revelaron un virus casi idéntico al coronavirus del SARS en dos especies de animales de granja —la civeta de las palmeras y el perro mapache— vendidos vivos en los mercados provinciales, lo que sugiere que estos pueden desempeñar un papel en la transmisión del virus al hombre (OMS, 2003).
Aunque todos estos aspectos hayan sido evidenciados, Weiss y Navas-Martin (2005) llaman la atención sobre la emergencia de estudios sobre el síndrome respiratorio del coronavirus; no obstante, a partir de finales de 2019, con el avance omnipresente de una nueva variante del SARS-CoV-2, es que las miradas se vuelven con más precisión hacia este virus. Conforme se propagó por todo el planeta Tierra, la literatura científica y las noticias de difusión y popularización al respecto también crecieron. Para tener una idea, desde la aparición del coronavirus en la década de 1960 hasta marzo de 2020 se publicaron 12.547 trabajos, considerando las dos variantes (Ulhaq et al., 2020). En la investigación desarrollada por los autores de este artículo, de marzo de 2020 a febrero de 2021, se identificaron 72.589 ocurrencias para el término covid-19 en la literatura referente a las áreas de medicina, ciencias de la información, sociología, bioinformática, biología y psicología.
Observamos que, con el avance de las variantes genéticas del SARS-CoV-2, fue necesario establecer formas de denominarlas con el objetivo de mejorar la comunicación entre especialistas de todo el mundo para que pudieran contribuir a la investigación sobre el virus y posteriormente al desarrollo de vacunas y otros protocolos para terminar con la pandemia. Es en este sentido que Rambaut et al. (2020) hicieron una búsqueda bibliográfica en la base de datos GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data) y obtuvieron como resultado 27.767 genomas completos de SARS-CoV-2 que fueron utilizados como fuente de investigación para la definición de otros linajes.
Para cada uno descendiente del linaje A o B, y asignar un valor numérico (por ejemplo, linaje A.1 o linaje B.2). […] los linajes identificados en la etapa 1 pueden actuar como ancestros de los linajes de virus que surgen en otras áreas geográficas o en épocas posteriores […]. Esto resulta en una nueva asignación de linaje (p. ej., A.1.1); el procedimiento iterativo en la etapa 2 puede continuar hasta un máximo de tres subniveles (por ejemplo, A.1.1.1) después de los cuales se asigna una letra a las nuevas líneas descendientes (en secuencia alfabética inglesa desde C) de modo que A .1.1.1.1 pasaría a ser C.1 y A.1.1.1.2 pasaría a ser C.2. (Rambaut et al., 2020, pp. 1404-1405, traducción nuestra).
Desde el comienzo de la pandemia de covid-19, la OMS ha colaborado con expertos, instituciones y organizaciones, ayudando a difundir pautas para enfrentarla. Entre las diversas acciones que ha tomado y sigue tomando la OMS, cabe destacar el contexto de las variantes del SARS-CoV-2, en particular las variantes que potencialmente suponen un mayor riesgo para la salud mundial, las variantes de interés y las variantes de preocupación.
Bioinformática, la base de datos donde se ha realizado la búsqueda, no brinda formas de filtrar el resultado mes a mes. Así, la cantidad de documentos devueltos presentados aquí es la suma de los resultados de búsqueda efectuada para 2020 y 2021, que no son datos precisos para nuestra discusión. Los trabajos encontrados en esta área del conocimiento buscan, principalmente, mejorar el conocimiento sobre el virus y así ofrecer posibilidades de acceso a información que contribuirá al tratamiento, diagnóstico y prevención de la enfermedad. Un ejemplo de esto es el estudio bioinformático de Buonocore et al. (2020), que compara la estructura de la ACE2 humana (enzima convertidora de angiotensina 2) con la de animales salvajes de Italia en un intento por identificar posibles embalses naturales del virus. También se destaca el trabajo de Ray et al. (2021), en el que señalan cómo los estudios en esta área han contribuido a una mejor comprensión del virus, no solo al permitir la secuenciación y corrección de su código genético, sino también al sugerir posibles candidatos a fármacos para el tratamiento basado en elementos específicos de ese genoma. El término covid-19 dentro de la temática multidisciplinar de la Bioinformática se muestra principalmente como un elemento de información de carácter científico y tecnológico. Este es uno de los grandes roles de la terminología: clarificar la comunicación, ya sea de especialista a especialista como de especialistas a la población en general (ver figura 1).
Figura 1: Sars-CoV-2 y algunas de sus líneas genéticas y la nomenclatura de la OMS para las principales variantes.
Fuente: Adaptado de la OMS (2022) y PANGO Lineages (O’Toole et al., 2021)
Se entiende que toda esta producción documental forma parte de los procesos informativos relacionados con la covid-19 y que utilizan tanto el lenguaje especializado como el lenguaje natural, en las redacciones y en la difusión de la información, con el fin de intentar insertar la sociedad en este entorno para que puedan «infoempoderarse»[10] y protegerse mejor de la pandemia, en una perspectiva colectiva. Esta es la razón para pensar no solamente en estructurar la normalización de los lenguajes de especialidades, como en la TGT, sino en mezclarlos con los discursos de las comunidades que usan cada vez más las redes sociales virtuales, para no provocar la pérdida de parte de su carga simbólica, procedente de los neologismos de las culturas que lo produjeron.
Todos estos hechos muestran cada vez más la necesidad de estudiar la terminología en el contexto del coronavirus, no solo desde el punto de vista de la TGT, sino observando los nuevos paradigmas terminológicos de la TCT, la socioterminología, la terminología cognitiva o la terminología cultural para mejorar la comunicación tanto en los dominios especializados como en una perspectiva de uso por todos.
Este es, por lo tanto, el caso de la terminología en el contexto del covid-19. En este escenario, es urgente considerar que en la investigación, desde el punto de vista de la comunicación oral o escrita -—en entornos analógicos o digitales— en el ámbito científico o tecnológico relacionado con áreas de especialización o en el contexto de usos por parte de comunidades, se ha percibido una cierta confusión en el uso del término covid. En muchos casos se usa indistintamente para designar tanto la enfermedad como a su agente causal, sin importar la utilización de los artículos (la, el) que expresen efectivamente la enfermedad (la covid) o el virus (el covid), en sociedades cuyas lenguas son de origen latino.
Observando esta realidad, defendemos, en particular, que en el ámbito del covid-19, la terminología puede contribuir en varios aspectos a minimizar la interferencia en el proceso de comunicación, dado que, según Berruezo (2021),
facilita la transparencia y compresión de datos científicos para la población; reafirma las formas de colaboración entre especialistas para la creación de terminologías; explora nuevos canales de comunicación digital —coprotagonizados por usuarios e instituciones, con objetivos y evaluables (provisión participativa)—; favorece las redes de cooperación con organizaciones de otros territorios y otros idiomas; optimiza la metodología de trabajo terminológica en la realidad del mundo digital.
Para una mejor comprensión de este tema, nos apoyamos en Cabré (1995, p. 2), que defiende que el término terminología
nos remite por lo menos a tres nociones: a) a la disciplina; b) a la práctica; c) al producto generado por esa práctica. Como disciplina, es la materia que se ocupa de los términos especializados; como práctica, es el conjunto de principios encaminados a la recopilación de términos; como producto, es el conjunto de términos de una determinada especialidad.
Estos son los aspectos tratados en este artículo y que nos servirán de apoyo para la construcción de la ficha terminológica del covid-19 presentada en los resultados de esta investigación.
Métodos
La metodología de esta investigación es una pesquisa bibliográfica, cualitativa y descriptiva, que constituye un análisis de la literatura referente al covid-19 a partir de la terminología de documentos científicos y de divulgación publicados desde marzo de 2020 hasta febrero de 2021.
El estudio empírico se realizó en las bases de datos disponibles en el Portal de Periódicos de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (CAPES) de Brasil, recogiendo y analizando la literatura referente a la ciencia de la información, sociología, psicología, medicina, biología y bioinformática. En este sentido, se seleccionó una base para cada área de conocimiento abordada. Así, la investigación en el campo de la ciencia de la información se llevó a cabo en Library, Information Science & Technology Abstracts with Full Text; en sociología, en Oxford Journals; para el área de psicología, en ScienceDirect; en el área de medicina, en el MEDLINE completo, y en el contexto del campo de la biología, en Academic Search Premier.
Para la estrategia de búsqueda, se adoptaron los términos covid y covid-19 o coronavirus - 2019, sars-cov-2 o SARS-CoV-2. Dichas estrategias se aplicaron a los campos de título, resumen y, ante la falta de resumen, en el texto completo, con filtros para el período de la muestra de marzo de 2020 a febrero de 2021 y en las áreas de conocimiento específicas mencionadas anteriormente.
También se utilizó el filtro por idiomas: inglés, portugués, ruso, francés y español. Ante respuestas negativas, se adoptó como estrategia el nombre del área de conocimiento y covid. Además, luego de la lectura de los títulos, resúmenes y, en algunos casos, el texto completo, se verificó la pertinencia de los documentos encontrados para nuestro objeto de investigación. Resaltamos que nuestra preocupación no estaba relacionada solamente a sustantivos o adjetivos, sino que contempló todas las palabras que consideramos importantes para la ficha, a partir de la investigación bibliográfica.
Durante la selección de los documentos se anotaron los términos relacionados con el nombre del virus o la enfermedad que provoca, así como el concepto y los términos asociados para la construcción de la ficha terminológica. Para la elaboración de la referida ficha, seguimos el modelo propuesto por Barros (2004), que contiene los siguientes elementos: término, clasificación, términos sinónimos, definición, contextos, términos asociados y notas.
Resultados y discusión
Inicialmente, la búsqueda arrojó 72.589 trabajos, cuya distribución en las áreas de conocimiento estudiadas se puede observar en el cuadro 1.
Cuadro 1: Número de documentos encontrados por área de búsqueda
Área del conocimiento | Documentos encontrados |
---|---|
Medicina |
34.772 |
Ciencia de la información |
499 |
Sociología |
281 |
Bioinformática |
1.369 |
Biología |
32.750 |
Psicología |
2.918 |
Total |
72.589 |
Fuente: Datos de la muestra del estudio
Debido a la gran cantidad de documentos, se tomó la decisión de considerar, aleatoriamente, solo cinco por cada mes, por área de muestra, de manera que se pudieran seleccionar los primeros que retornaran. Esto hizo un total de 281, como se evidencia en el cuadro 2.
Cuadro 2: Porcentaje y cantidad de documentos por área del estudio
Área del conocimiento | Documentos encontrados / Porcentaje del total | Cantidad de trabajos por área del conocimiento |
---|---|---|
Medicina |
34.772 / 47,8 % |
60 |
Ciencia de la información |
499 / 0,68 % |
45 |
Sociología |
281 / 0,38 % |
46 |
Bioinformática |
1.369 / 18,85 % |
10 |
Biología |
32.750 / 45,11 % |
60 |
Psicología |
2.918 / 4,01 % |
60 |
Total |
281 |
281 |
Fuente: Datos de la muestra del estudio
Entre las áreas de conocimiento consideradas en nuestro estudio, la medicina y la biología se destacan en la producción científica sobre la temática de covid-19, pues representan cerca del 47 % y el 45 % de los documentos encontrados, respectivamente. Estos resultados, en cierto modo, no nos sorprenden, dada la urgente necesidad de establecer protocolos de identificación y acciones asistenciales para el tratamiento de las personas afectadas por la enfermedad. Se entiende que la menor expresividad de las demás áreas no significa que los trabajos desarrollados no sean relevantes. En su mayor parte, los resultados de las investigaciones evidenciaron la magnitud del impacto que la pandemia ha provocado en la sociedad mundial, lo que requirió un gran esfuerzo multidisciplinario de la sociedad en su conjunto en el contexto de las investigaciones concernientes al entorno de covid-19, independientemente del contexto de la enfermedad o del virus.
Con respecto a la diversidad documental encontrada, se trata de artículos científicos, editoriales, artículos de divulgación, cartas dirigidas a los editores, entre otros. En cuanto al idioma más predominante, se destaca el inglés, luego el español y el ruso. En algunos meses constatamos la falta de obras. En ese caso, contabilizamos todas. Con base en esta decisión, leímos los títulos, los resúmenes y, en algunos casos, el texto completo, observando la pertinencia de los documentos encontrados para nuestra investigación.
Debido a las particularidades de cada área investigada, optamos por hacer consideraciones por separado, y las presentamos en orden alfabético a continuación, analizando el discurso imperante en cada una de las áreas con vistas a la construcción de la ficha terminológica.
Bioinformática: La base de datos donde se ha realizado la búsqueda no brinda formas de filtrar el resultado mes a mes. Este hecho muestra que la cantidad de documentos devueltos presentados aquí es la suma de los resultados de búsqueda efectuada para 2020 y 2021, que no son datos precisos para nuestra discusión. Los trabajos encontrados en esta área del conocimiento buscan, principalmente, mejorar el conocimiento sobre el virus y así ofrecer posibilidades de acceso a información que contribuirá al tratamiento, diagnóstico y prevención de la enfermedad. Un ejemplo de esto es el estudio bioinformático de Buonocore et al. (2020), así como el trabajo de Manisha Ray et al. (2021). El término covid-19 dentro de la temática multidisciplinar de la bioinformática se muestra principalmente como un elemento de información de carácter científico y tecnológico.
Biología: Si bien el Portal de Periódicos de la Capes se presenta como una base de datos dedicada a la biología, se ha percibido que su cobertura se extiende a otros campos, por lo que es considerada multidisciplinaria. El término covid-19 se ha asociado con una amplia diversidad de interpretaciones. Algunos de estos términos están directamente relacionados con la inmunología, como: vacunas, producción de medicamentos, respuesta inmune, entre otros. Esto se ve reflejado en el trabajo de Melekhina et al. (2020), en el que se describen las características epidemiológicas y clínicas de la covid-19 en niños e identifican posibles enfoques para su terapia. Otros se enfocan en temas controvertidos que rodean el tema, como Fake News, mayor demanda de noticias relacionadas con la pandemia, confinamiento, ruido e interferencias en la comunicación, etc. Akkoç (2020) relata cómo los estudios que sugerían la eficacia de la cloroquina y la hidroxicloroquina en el tratamiento de personas con covid-19, aunque no fueran transparentes y concluyentes, fueron aceptados por la comunidad médica e incluso por personas influyentes. Como consecuencia de ello, estos medicamentos se administraban de forma inadecuada y eso provocó su escasez, lo que perjudicó considerablemente a los pacientes reumatológicos que dependían de él. Este hallazgo evidencia la variación de atributos que tiene el término estudiado en las diversas áreas del conocimiento abordadas y que muestran una vasta terminología asociada a la pandemia. Referente a la propiedad trata de un virus de alta transmisibilidad. Además, también se constata varios tipos de información: tecnológica, científica, social, antropológica, popular, utilitaria, legal y de salud.
Ciencia de la información: En esta área, el término covid-19 generó preguntas sobre el acceso y la difusión de la información. Por lo observado en la literatura, la preocupación de los investigadores es brindar fuentes confiables, con miras a combatir la desinformación provocada por la difusión de fake news, ya que la credibilidad de las noticias difundidas por el periodismo y los medios en general fue cuestionada. Otro punto observado fue la preocupación por el acceso a los servicios de información digital, dado que, antes de la pandemia, la mayoría de las bibliotecas funcionaban de forma analógica. Por lo tanto, la presencia de la enfermedad hizo que estas organizaciones se reinventaran, buscando ofrecer a estudiantes, investigadores y demás usuarios acceso a información confiable. Citamos como ejemplo las reflexiones de Pépin et al. (2020, p. 2).
Los datos de los rastreadores de actividad permiten recopilar recursos de big data sincronizados sobre el comportamiento humano con alta resolución geográfica y temporal. En el contexto de la pandemia de covid-19, los rastreadores de actividad brindan un conjunto de datos valioso que documenta objetivamente el curso temporal de la adherencia al confinamiento domiciliario en todo el mundo en respuesta al brote.
Aun en este campo, respecto a la docencia en pregrado y posgrado, Fudrow et al. (2020) desarrollaron un estudio de caso sobre la gestión de tesis y disertaciones en la Universidad de Pittsburgh. La transición de tesis y disertaciones al medio electrónico ya estaba en desarrollo, y la crisis del covid-19 puso de relieve la necesidad de avanzar rápidamente en esta implementación, especialmente ante el nuevo modelo de teletrabajo. Esto fue importante para el sistema de bibliotecas de esa universidad, pues era fundamental que sus usuarios no se quedaran sin apoyo en el período de la pandemia. Otro punto observado en el estudio empírico fue la implementación del teletrabajo y la colaboración en línea en varios sectores, especialmente la inclusión de esta modalidad en las bibliotecas de salud, ya que la pandemia provocó su cierre, lo que impidió que la difusión de información sobre el covid-19 se compartiera más rápidamente (Domínguez-Aroca & #AyudaBiblioteca, 2020). Así, consideramos que los tipos de información en esta área están directamente asociados con los contextos social y científico, en la perspectiva de una mayor confiabilidad y confidencialidad en la oferta de la información.
Medicina: En la revisión bibliográfica, quedó en evidencia que los estudios e investigaciones buscaron conocer todo lo posible sobre el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad covid-19 para poder desarrollar más rápidamente tratamientos y vacunas para combatirla (Ramos, 2020). Además, se suscitaron preocupaciones por el establecimiento de protocolos a seguir, no solamente relacionados con el tratamiento, sino también con la perspectiva de sensibilizar sobre el cuidado con la enfermedad, buscando, de alguna manera, controlar el avance de su contagio. Dichos protocolos abogan por el uso de equipos de protección individual (EPI), especialmente mascarillas, higienización con alcohol en gel, distanciamiento social, ventiladores mecánicos, etc. (Tzanno-Martins, 2020). También se plantearon preguntas sobre el tratamiento de la enfermedad a través de fármacos y terapias existentes y conocidas en el tratamiento de síndromes respiratorios. Posteriormente, inició el debate sobre la eficacia de otros fármacos para combatir la enfermedad, como la cloroquina, la hidroxicloroquina y componentes químicos asociados: quinina, quinidina, amodiaquina, mefloquina, halofantrina, lumefantrina, piperaquina, primaquina, pirimetamina, proguanil, atovaquona, dihidroartemisinina, etc. (Jankowska et al., 2020). Este hecho suscitó el debate sobre el uso de medicamentos sin evidencia científica, particularmente en el caso de efectos secundarios que derivan en problemas cardiovasculares. También se destaca el impacto en el sistema de salud en su conjunto, a escala global, incluso en países que cuentan con altos niveles de recursos financieros. Nada de esto fue suficiente para hacer frente a la rapidez y los altos casos de contagio, especialmente de personas mayores, con comorbilidades o incluso con el sistema inmunológico bajo, que inicialmente fueron los más afectados y sintieron los efectos de la enfermedad, lo que resultó en un riesgo aun mayor de muerte. En ese sentido, se evidenció la preocupación por el aumento de la mortalidad, la salud mental afectada, el sentir de las personas en lo que se refiere al covid-19, etc. El tipo de información en esta área es científica, tecnológica y psicosocial.
Psicología: El término covid-19 se relaciona con los aspectos ocasionados como consecuencia del padecimiento impuesto por la pandemia. Ellos son: bienestar emocional y psicosocial, felicidad, miedo al contagio y a la muerte, etc. (ver el trabajo de Cao et al., 2020, que relaciona la pandemia de 2019 con estados de ansiedad en jóvenes estudiantes en China y cómo esto perjudicó el rendimiento académico). También se destacó en la literatura estudiada el avance de la violencia doméstica, que afectó principalmente a mujeres y niños. Moreira y Pinto (2020) presentan datos que demuestran el aumento de la violencia de pareja durante la pandemia y discuten formas de combatirla. También abordan temas que surgieron en su momento ante esta situación, como la perspectiva positiva hacia el futuro, que supone que las personas proyectan una realidad luego del fin de la pandemia. Dentro de esta área, los tipos de información están relacionados con aspectos psicosociales porque tratan temáticas que abordan desde la psicología social lo vivido durante la pandemia.
Sociología: En este campo científico, el término covid-19 se vincula a los temas de personas vulnerables, clases sociales más pobres, personas negras y, especialmente, personas mayores, evidenciando prejuicios contra quienes se encuentran en este grupo de edad y en una situación de exclusión social y digital. La literatura investigada destaca la preocupación por el contagio de la enfermedad covid-19 en zonas vulnerables y particularmente las consecuencias sociales y económicas que pueden afectar a esta esfera de la población. Las investigaciones también han demostrado un aumento en el uso de alcohol o sustancias psicotrópicas y de la violencia familiar (Burström y Tao, 2020). En lo que respecta a las poblaciones vulnerables, se destacan las comunidades latinoamericanas y negras, que también muestran un racismo estructural (Garcia et al., 2021). En esta categoría, también se evidenció en la literatura que los gobiernos en general no estaban preparados para enfrentar una pandemia. Con base en la evidencia empírica de esta área, se analizó que existe una creciente preocupación por el impacto de la pandemia de covid-19 en varios aspectos: la persona que se infecta, un familiar que se enferma, el cambio de estilo de vida, la sobrecarga en el sistema de salud y la economía, que se ve afectada negativamente en la oferta de información. Algunos gobiernos han adoptado las medidas de contención de la pandemia recomendadas por la OMS, lo que ha planteado la cuestión de cómo las personas mayores afrontaron la pandemia. Villalobos Dintrans et al. (2020) profundizan en las medidas adoptadas por Chile, país que vio la necesidad de establecer lineamientos para proteger a los adultos mayores, ya que las restricciones impuestas por el distanciamiento social podían afectar su bienestar y la salud mental. Durante la pandemia, el gobierno de Chile impulsó campañas de entrega de alimentos y canastas básicas; además, cuando notó que el desempleo —paro— iba en aumento, se implementó un programa que brindaba «ingresos de emergencia» (Villalobos Dintrans et al., 2020). Este ingreso de emergencia también fue concedido por varios gobiernos alrededor del mundo. El tipo de información en esta área es de carácter científico, social, político, económico y humanitario.
Luego de esta discusión y habiendo identificado los términos más destacados en los trabajos, se elaboró la ficha terminológica referente al covid-19. Se tomó la decisión de anotar los términos que representaban al virus o la enfermedad que causa, así como los asociados y todos los demás elementos necesarios para la elaboración de la referida ficha.
Nuestra preocupación no fue la construcción de una ficha de terminología para un solo dominio de conocimiento, sino resaltar los términos relacionados con el entorno de covid-19 en las seis áreas que investigamos. Somos conscientes de que este artículo constituye un ensayo que será trabajado en la segunda parte de la investigación, en la ficha terminológica que elaboramos, indicando cada campo del conocimiento.
Se destaca que los términos recogidos de las publicaciones para la elaboración de la ficha terminológica provinieron del título, el resumen, las palabras clave y el cuerpo del texto, en algunos casos. Se seleccionaron individualmente para cada texto y, posteriormente, se elaboró una ficha con los términos para cada área de conocimiento abarcada en nuestra investigación. A partir de estas anotaciones, se construyó la ficha terminológica con términos que se repetían al menos en tres áreas de conocimiento. La ficha terminológica elaborada a partir de estas acciones se puede consultar en el cuadro 3.
Cuadro 3: Ficha terminológica
Ficha terminológica general | |
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Término |
covid-19 |
Clasificación |
1. Término más utilizado |
Términos sinónimos (otras designaciones) |
Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2); nuevo coronavirus de 2019 (2019-ncov); coronavirus; pandemia; beta coronavirus; ómicron, delta. |
Definición |
Ministerio de Salud de Brasil: «La covid-19 es una infección respiratoria aguda causada por el coronavirus SARS-CoV-2, potencialmente grave, de elevada transmisibilidad y de distribución global» (Brasil, 2021, traducción nuestra). OMS: «La enfermedad por coronavirus (covid-19) es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2» (OMS, s. f.). |
Contexto |
Bioinformática: «For the early understanding and diagnosis of covid-19, the whole genome sequencing of SARS-CoV-2 was done for the samples collected from different countries throughout the world by using NGS platforms like Illumina miseq, Roche etc.» (Ray et al., 2021, p. 3). Biología: «Another condition of covid-19 disease in pathophysiology is the migration route to lungs of pathogens taken into the body. It was observed in the studies that it clings to the ACE-2 receptors in lungs’ alveoli through Spike protein on SARS-CoV-2 » (Ozkan, 2020, p. 894). Ciencia de la información: «Durante el transcurso de la reunión, se llegó a la conclusión de que la mayoría de los usuarios de las bibliotecas de ciencias de la salud iban a enfrentarse a los mismos problemas relacionados con la covid-19 y, por tanto, tendrían las mismas necesidades informativas. Para aunar y reducir esfuerzos, se propuso la colaboración entre esos bibliotecarios para proporcionar, en la medida de lo posible, información rigurosa y acreditada sobre covid-19 que ayudara a sus usuarios en la toma de decisiones de manera rápida, efectiva y eficaz» (Domínguez-Aroca & #AyudaBiblioteca, 2020, p. 2). Medicina: «Chinese scientists isolated and verified a novel type of coronavirus named 2019-nCoV by WHO and Severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) by the International Committee on Taxonomy of Viruses. The 2019-nCoV is classified as the seventh member of the coronavirus family and is known as the third coronavirus that induces fatal human illness after SARS-CoV and Middle East Respiratory Syndrome Coronavirus (MERS-CoV). The illness generated by the novel coronavirus was named coronavirus disease 2019 (covid-19) by WHO. The clinical signs and symptoms of covid-19 were described primarily as viral pneumonia with fever and dyspnea, several cases even developed Acute Respiratory Distress Syndrome (ARDS), and chest radiographs showed bilateral pulmonary infiltration» (Wang et al., 2020, p. 3361). Psicología: «It is important to understand that the impact of covid-19 pandemic extends beyond that of physical illness, and in fact, we would say that it has mental health impact on more number of people than those experiencing the physical health impact» (Grover et al., 2020, p. 1). Sociología: «The covid-19 pandemic is affecting populations worldwide. Although everyone is susceptible to the virus, there are numerous accounts of the pandemic having a greater impact on lower socioeconomic groups and minorities. Also, in Stockholm, Sweden, the infection rate is 3-4 times higher in some socioeconomically disadvantaged residential areas compared to the regional average. Scientific studies of inequalities in Coronavirus disease 2019 (covid-19) are lacking at present, but it is reasonable to assume that disparities in social determinants of health have contributed to these early observations and result in differential exposure to the virus, differential vulnerability to the infection and differential consequences of the disease» (Burström y Tao, 2020, p. 617). |
Algunos términos asociados al término covid y sus variantes en las áreas investigadas
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Achatar la curva de contagios, alcohol en gel, alta transmisibilidad, amodiaquina, ansiedad, aerosol, aislamiento social, asintomático, atovaquone, artenimol, azitromicina, autoaislamiento, bebida alcohólica, bienestar emocional, bienestar psicosocial, bibliotecas digitales, desenvolvimiento de fármacos, desinfectarse las manos, desinformación, cadena de contagio, cadena de transmisión, cambio de estilo de vida, cánula nasal, carga viral, caso sospechoso, clases sociales más pobres, cloroquina, comunidades negras, comunidades latinoamericanas, consecuencias sociales, consecuencias económicas, contagio de la enfermedad, control de la salud, control de la enfermedad, coronavac, cuarentena, desinformación, determinantes sociales de la salud, difusión de información confiable, dihydroartemisinin, distancia social, dolencias cardiovasculares, dosis de refuerzo, eficacia vacunal, EPI, estado de calamidad, estados de ansiedad en jóvenes estudiantes, estreses, fake news, fiebre, fuentes de informaciones confiables, grupo de riesgo, grupos socioeconómicos más bajos halofantrina, hidroxicloroquina, higienización de las manos, home office, impacto en la salud mental, impacto en la salud física, índice de mortalidad inmunidad, inmunidad adquirida, inmunidad colectiva, inmunización, infección, infiltración pulmonar bilateral, infodemia, intubación, interferencias en la comunicación, lockdown, lumefantrina, mascarilla, mefloquina, muestras recolectadas, miedo al contagio, miedo de la muerte, neumonía viral, oxígeno, paciente cero, pandemia, pangolín, pasaporte de inmunidad, pasaporte inmunitario, período de incubación, personas vulnerables, personas negras, personas mayores, quina, piperaquina, pirimetamina, perjuicio del rendimiento académico, prima quina, proguanil, proteína spike, psicotrópicos, quinina, quinidina, racismo estructural, radiografía, ruta de migración a los pulmones, ruido en la comunicación, salud mental, síndrome de dificultad respiratoria aguda, síntomas de depresión, situación de exclusión social, situación de exclusión digital, sobrecarga en el sistema de salud, tasa de infección, test RT-PCR, tasa de transmisión (r0), transmisión comunitaria, tiraje, usuarios de las bibliotecas, vacunas, vacuna anticovid-19, violencia familiar, virus, vulnerabilidad, zonas vulnerables. |
Notas |
Haciendo una relación con la terminología de lepra/leprosy (con adjetivos como leprosy y leper), tenemos: covidento, covidoso, covidizado. Aproximación al estudio desarrollado por Berruezo (2021) con el ejemplo de la covidización y la covidiota. También hemos identificado otros neologismos: covidar, descoronar, corocavirus. Este hecho está en línea con la TCT de Cabré (1993), la socioterminología de Gaudin (1993) y la terminología cultural de Diki-Kidiri (2000b). El término covid-19 sufre muchas variaciones denominativas en su redacción: Covid-19, covid-19, covid, covid, covid19. Particularmente en lenguas neolatinas, como portugués, francés, español. Existe confusión en el uso del artículo la y el que designa el género del término covid-19. La variación denominativa es explicada por Cabré (1999, p. 85)“Todo proceso de comunicación comporta inherentemente variación, explicitada en formas alternativas de denominación del mismo concepto (sinonimia) o en apertura significativa de una misma forma (polisemia). Este principio es universal para las unidades terminológicas, si bien admite diferentes grados según las condiciones de cada tipo de condición comunicativa” |
Fuente: Datos de la muestra del estudio
En cuanto a la aplicación del modelo para la elaboración de la ficha terminológica, aclaramos que su uso en esta investigación ha exigido algunos cuidados, debido a que nuestro estudio está enfocado hacia una terminología integral de covid-19, pero en diferentes áreas del conocimiento. Esto ha exigido mayores reflexiones en relación con la elección de los términos. La atribución de covid-19 como término principal de la ficha terminológica fue una decisión fácil, ya que este término es muy utilizado no solo en los campos estudiados, sino también en todas las demás áreas del conocimiento. Esta afirmación va en la línea del pensamiento de Cabré (1993, p. 307) cuando afirma que los contextos pueden ser de tres tipos: a) testimoniales, puesto que nuestra investigación se ha basado en las fuentes documentales y de divulgación sobre covid-19; b)definitorios, porque «aportan información sobre el contenido del término y pueden incluso auxiliar en la construcción de la definición del término», y c) metalingüísticos: si consideramos las lenguas latinas, el término covid-19 se usa indistintamente tanto para denominar al virus como a la enfermedad, sin prestar atención a la forma de género (masculino o femenino) adoptada en el texto.
La definición de los términos asociados resultó ser compleja, ya que, en muchos casos, no hubo coincidencia entre las áreas. Como ejemplo de esto, aparece vacunas, que comúnmente se asocia al covid-19 en medicina, bioinformática y biología, enunciando desarrollo de productos, protocolo de uso y prevención de cuidados de la salud. En las demás áreas estudiadas no se encontró la asociación del referido término, hecho que puede ser consecuencia de que la aplicación de las vacunas empezó alrededor de diciembre de 2020. Según Freire Rodríguez (2014, p. 212), «bienestar psicológico son las relaciones positivas, que se asociaron de manera directa con las estrategias de afrontamiento de espera, evitación emocional, expresión de la dificultad de afrontamiento y negación».
En cambio, ansiedad aparece como término asociado al covid-19 en biología (naturaleza del microorganismo), ciencias de la información (difusión, acceso y uso de información fidedigna), sociología y psicología, donde se relaciona con las condiciones psicosociales vinculadas con la enfermedad y su alcance pandémico; sin embargo, no aparece en otras áreas concernientes a la presente investigación. Además, fue necesario ejemplificar el contexto, de forma individual, para cada campo de conocimiento analizado.
Conclusiones
La pandemia del covid-19, por su alcance, ha provocado cambios de todo tipo y a nivel mundial. Tales cambios, naturalmente, contribuyeron al surgimiento de nuevos términos o la resignificación de los existentes. Así, volviendo a nuestra pregunta de investigación —«¿Cómo se caracteriza la terminología adoptada en el contexto del covid-19, observando sus propiedades y atributos?»— encontramos que la terminología vinculada al fenómeno del covid-19 se relaciona con contextos biológicos, sociales, antropológicos, sanitarios, políticos, jurídicos, científicos, tecnológicos, informativos y terminológicos. Precisamente por esta observación, es necesario considerar tanto desde un punto de vista científico relacionado con las áreas de especialización, como en el contexto de los usos por parte de las comunidades laicas.
Este hecho se constató a lo largo del estudio en el que, como se expone en el resultado de la investigación, el término covid-19, entre otras palabras, presenta cierta polisemia, en el caso de las lenguas neolatinas, cuando su significado depende del artículo que lo acompaña. La medida, antecedida por el artículo el (el covid-19 y le covid-19, en francés), hace referencia a la nueva variante del coronavirus descubierta en 2019 y responsable de la pandemia que estamos viviendo. A su vez, antecedido por el artículo la (la covid-19 en español, portugués o francés), refiere al nombre de la enfermedad causada por el virus.
Aunque la investigación no se realizó en el ámbito de las redes sociales, se considera que en otro momento los términos o palabras adoptados por estas redes también podrán ser incluidos en el ámbito de los estudios terminológicos, particularmente mirando aquellos relacionados con la TCT, la socioterminología, la terminología cognitiva y la terminología cultural, para que se considere toda la jerga que rodea el término covid-19.
También observamos la gran importancia del diálogo entre terminología y ciencias de la información, para contribuir a las investigaciones, particularmente en este trabajo, cuyo objetivo es analizar la terminología sobre covid-19 en la literatura científica y de divulgación publicada desde marzo de 2020 hasta febrero de 2021, observando sus atributos y propiedades. Así, el término covid-19, tal como se muestra en la ficha terminológica, aparece asociado a varios otros, a saber: fake news, vacunas,desarrollo de fármacos,ansiedad, pandemia, salud mental,síntomas de depresión,estrés, mascarilla, EPI,intubación, aislamiento social, cloroquina, hidroxicloroquina, azitromicina, etc. Esta asociación muestra, que el covid-19 está relacionado en cada área, pero también con los fenómenos intensificados por el momento de la pandemia.
En cuanto a los atributos, siguiendo a Pérez-Abeledo y Sanz Moreno (2021), el covid-19 es un virus de alta transmisibilidad, que presenta mutación, variante y cepa. Afecta indiscriminadamente a los ciudadanos. En lo que respecta a sus propiedades, existe ambigüedad semántica entre enfermedad y virus, y se registra la creación de nuevos términos insultantes o burlones: covidez,covidento, covidioso, covidiano, coronado, coronaro, covidar, covidexit, covidicias.
Consideramos que los aportes de la terminología, en este caso, la ficha terminológica que presenta término, definición, sinónimos, contextos, términos asociados y notas relacionadas con la información científica, tecnológica y de divulgación. Se destacan los numerosos neologismos en el contexto de esta pandemia. Además, los estudios mostraron la multiplicidad de preocupaciones en las áreas investigadas, cada una en su ámbito.
Finalmente, en el escenario de covid-19, es pertinente considerar que tanto desde el punto de vista de la comunicación oral o escrita —registradas en soportes analógicos o digitales— en el ámbito científico o tecnológico relacionado con áreas de especialización como en el contexto de usos por parte de las comunidades laicas, el presente estudio despierta el análisis de dominio del entorno de covid-19 para otras investigaciones direccionadas.