Informatio
28(1), 2023, pp. 420-424
ISSN: 2301-1378
DOI: 10.35643/Info.28.1.17

Reseña


 

Reseña: Universidad de la República. Facultad de Información y Comunicación (2022). La construcción de la FIC: apuntes de una historia compartida. Montevideo: FIC-Doble clic.

Paulina Szafran Maiche1 ORCID: 0000-0002-5356-0189

1 Departamento Información y Sociedad. Instituto de Información. Facultad de Información y Comunicación. Universidad de la República. Montevideo, Uruguay. Correo electrónico: paulina.szafran@fic.edu.uy

 

En el año 2022 la Facultad de Información y Comunicación (en adelante FIC) edita una obra, necesaria, que permite reconstruir su joven historia institucional, así como la extensa trayectoria universitaria en el país de las disciplinas que promovieron su creación. La confluencia de la Ciencia de la Información y Ciencias de la Comunicación, arraigadas en la Escuela Universitaria de Bibliotecología y Ciencias Afines (en adelante Eubca) y la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (en adelante Liccom) fue el insumo para un proceso que se plasma en la publicación que se reseña.

Seguramente su lectura sea muy distinta si el lector ha sido un actor participante de este proceso histórico respecto a quien haya estado más ajeno. Esto, en parte, se explica por la valiosa estrategia de organizar el libro en capítulos a cargo de figuras referentes de las ex Eubca y Liccom, quienes han plasmado sus experiencias, especialmente respecto a la gestión, visibilizando los vaivenes de estos servicios en su trayecto en la Udelar para arribar a la historia compartida con los capítulos finales centrados en la FIC.

Siguiendo esta línea, el libro se organiza en 16 capítulos ordenados en 3 bloques, que reflejan lo señalado, uno se titula Escuela Universitaria de Bibliotecología y Ciencias Afines, el siguiente Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y el último Facultad de Información y Comunicación. El Prólogo, a cargo del rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim, y la Introducción por parte de la decana de la FIC, María Gladys Ceretta, orientan respecto al contenido, a la vez que destacan la importancia de contar con un libro que dé cuenta del camino transitado.

La primera sección, centrada en la Eubca, nos enfrenta, al inicio, con una foto de su recordada biblioteca, a su última sala de lectura, inaugurada luego de una reforma edilicia que permitió contar con un espacio más decoroso para el servicio. Imagen que resulta simbólica del enorme cambio que representa el edificio de la FIC y su biblioteca actual, impensada en aquellos tiempos de pequeñas mejoras acordes a la limitada realidad presupuestal.

El capítulo 1, a cargo de Martha Sabelli, repasa las etapas de la Eubca, desde su creación a la conformación del Instituto de Información (1943-2013), señalando el avance de la disciplina en Uruguay, reflejada en los distintos planes de estudio, que sienta las bases para una línea de investigación en desarrollo y la conformación del repositorio digital Mnemósine.

Los siguientes capítulos de la sección, del 2 al 5, mantienen un orden cronológico y son de autoría de quienes estuvieron a cargo de las direcciones. De esta forma, el capítulo 2 presentado por María Cristina Pérez, aborda el período de la dirección interina entre los años 1985-1986, época especial para el país por la finalización de la dictadura militar y la intervención universitaria, señalando las acciones desarrolladas por la Eubca en dicho contexto. Describe también el lapso 1988-1990 en el que señala actividades que dan cuenta del crecimiento del servicio a partir de la implementación de un nuevo plan de estudios, un mayor desarrollo de las funciones de investigación y extensión y un incremento de la presencia de la Eubca más allá del contexto de la Universidad de la República, tanto en el país como en el exterior.

El tercer capítulo está a cargo de Mario Barité, señala los hitos del período 1994-2002 en los que se desempeñó como director por dos períodos. En dichas páginas, es posible continuar visualizando los avances, a pesar de las limitaciones por ser un servicio universitario “chico”, dependiente del Consejo Directivo Central. Aún en este marco, la Eubca se inserta en las políticas universitarias que se promueven. Se destacan en esta línea algunos ejes que se iniciaron en ese tiempo y que permanecen, marcando una identidad institucional, como la creación de la revista Informatio; la descentralización, con la apuesta a la formación, por primera vez, fuera de Montevideo y los Encuentros de Directores y Docentes de Escuelas de Bibliotecología y Ciencia de la Información del Mercosur. Gladys Ceretta es la autora del cuarto capítulo, abarcativo de la etapa 2002-2010 que comprende los dos períodos en los que ejerció la función de directora. Quedan claras las diferencias entre ambas etapas, especialmente atendiendo a los recursos disponibles para la Udelar, considerando la terrible crisis del país del año 2002. Entre los muchos aspectos a resaltar, sin lugar a dudas, el proceso fermental de conformación de la FIC encuentra en este lapso los avances más sustanciales, destacándose la creación de la Comisión para el Desarrollo del Espacio de la Información y la Comunicación (COMDIC) y el Programa de Investigación y Posgrado en Información y Comunicación (PRODIC). Estos mojones se logran luego de mucho trabajo, negociación y sin alejarse de la gestión de la Eubca en un contexto universitario de transformaciones significativas que requerían la presencia y adaptación de este pequeño servicio en el nuevo escenario.

El quinto capítulo, que relata la etapa final de la Eubca (2010-2013), de autoría de Mario Barité, se centra en una época de cambios trascendentes en la vida cotidiana del servicio hacia el nacimiento de la FIC. Esta transición se entrecruza con otro hito que conllevó un proceso de un importante trabajo interórdenes, un nuevo plan de estudios, común para las dos carreras de grado. El capítulo se cierra con el emotivo mensaje enviado, en oportunidad de la inauguración de la nueva facultad, al colectivo, en el que se rescata la historia y el presente de la Eubca apostando a un futuro en crecimiento a partir de estas bases.

La sección referida a la Liccom abarca los capítulos 6 a 11. En su desarrollo es posible repasar los vaivenes de una historia, que, aunque más corta que la de la Eubca, da cuenta de las enormes dificultades de inserción del servicio en la vida universitaria y de la formación en el área de la comunicación en el país.

Los capítulos a cargo de Lisa Block de Behar, Adolfo Elizaincín, Roque Faraone, Ricardo Viscardi, Jorge Rasner (abordando la dirección de Álvaro Gascue) y Gabriel Kaplún presentan, cada uno con su estilo, esta historia con ribetes insólitos pensados desde el tiempo actual, especialmente respecto al cogobierno, gestión y el tránsito por distintos locales (que incluyó una morgue). Asimismo, dan cuenta del compromiso contraído por quienes asumieron sacar adelante la licenciatura en un contexto adverso y, en muchos casos, sin tener formación en el área específica.

Este recorrido encuentra en los últimos capítulos la coincidencia, desde otra mirada, del proceso descripto, respecto a la Eubca, hacia la conformación de la FIC.

La última parte, ya centrada en la Facultad de Información y Comunicación, incluye, en el capítulo 12, con una sentida dedicatoria a Álvaro Gascue, la siempre lúcida visión de Rodrigo Arocena, rector al momento de creación de la FIC. Transmite en sus palabras el camino andado en el contexto de la Udelar, reafirmando su valor democrático, punto de referencia presente en el proceso de conformación, y la emoción de la jornada del CDC del 1 de octubre de 2013 con el resultado de la votación favorable para la fundación del nuevo servicio universitario.

El capítulo 13 lleva al lector a recorrer los primeros y fermentales años de la FIC, a cargo de quien actuó como decana interina, María Urquhart. Describe su inserción en la etapa previa y las complejidades de gestión de un servicio nuevo, pero funcionando en locales distintos por no contar aún con el edificio de la FIC.

Esta sección tiene el valioso aporte de otros actores importantes, protagonistas de la flamante FIC. En el capítulo 14 encontramos la contribución de Ana Morquio, directora de la División Administrativa, quien en pocas palabras refleja el enorme esfuerzo que implicó la apuesta a la construcción institucional. Los últimos capítulos otorgan la reflexión de los representantes del orden estudiantil (Federico Barreto), resaltando el protagonismo estudiantil y juvenil; y del orden egresados (Cecilia Benítez y Gerardo Iglesias) quienes reafirman la convicción por lo realizado y la posibilidad de participar en otros espacios en la Udelar.

De esta forma, lejos de una mirada únicamente académica, la lectura nos lleva a conocer, recordar y emocionarnos con una historia que nos involucra, encontrarnos con personas con quienes continuamos compartiendo el trabajo cotidiano y otras que ya no participan, pero que han contribuido con este preciado aporte, insumo importante para la historia de la Archivología, Bibliotecología y la Comunicación en el Uruguay.

Un punto fuerte de la publicación es el criterio seguido por el grupo de trabajo, designado por el Consejo de la FIC, de que los involucrados directos del proceso reseñado sean los autores de los distintos capítulos. Esta fortaleza tiene el punto negativo de contar con aportes con diferentes estilos. Sin embargo, a los fines de la propuesta, resulta más pertinente salvar esta dificultad y contar con las palabras de los protagonistas alejados de meras referencias cronológicas.

En suma, un libro imprescindible para los actores de la FIC y un insumo fundamental para las nuevas generaciones de estudiantes en tanto permite conocer las bases institucionales y disciplinares en las que se apoya su formación en nuestro país. Asimismo, una valiosa herramienta para actores externos, especialmente para los muchos interesados que frecuentemente consultan, con una mezcla de desconfianza y admiración, el proceso de conformación de nuestra facultad. La FIC lo edita en el momento oportuno, a casi 10 años de su creación, cuando el proceso de construcción institucional ha llegado a un punto que permite su repaso con la alegría por lo realizado y el necesario registro de su historia. De esta forma, el libro se convierte en la fuente confiable para continuar su crecimiento con el registro de la voz de sus protagonistas.

Se aspira que en 10 años podamos estar compartiendo una nueva reseña que continúe reflejando el orgullo por lo concretado.

No es posible finalizar esta reseña sin hacer referencia a la emotiva instancia que propició la presentación del libro. La presencia de los principales protagonistas y los recuerdos del proceso desarrollado otorgó visiones, en algunos casos con matices de apreciación, que reafirman la importancia de contar con la sistematización del camino compartido.