Informatio
25(1), 2020, pp. 1-3
ISSN: 2301-1378


Dossier temático: Miradas epistemológicas, históricas y conceptuales de las disciplinas de la información


 

Prólogo

 

Por Mario Barité

 

Las miradas que pueden darse sobre el prometeico territorio de las disciplinas de la información (bibliotecología, documentación, archivología, museología, ciencia de la información) nunca se agotan, y necesitan ser revisadas en forma periódica.

Sobran los motivos –como dice la canción- para revisar e interpretar nuestras coordenadas de navegación en el cambiante mar del conocimiento.

Hoy la conexión entre disciplinas está instalada y es naturalmente aceptada, al punto que ya no parece posible reconocer ningún campo temático, por más especializado que sea, que no requiera del diálogo con otros que pueden serle más o menos afines, complementarios o funcionales. La complejidad de las interacciones que se dan respecto a cualquier fenómeno u objeto en el universo (desde la incidencia de los libros electrónicos en el modelo de negocios del mercado editorial, hasta la relación entre coronavirus y desempleo, pasando por la contribución de las matemáticas, la biología y la robótica al éxito de las misiones espaciales), requiere miradas cruzadas en las que, de alguna manera, siempre pueden involucrarse las disciplinas de la información, debido a la transversal naturaleza de sus métodos y aplicaciones.

Hacia adentro de las disciplinas de la información, la dinámica propia de desarrollo de cada una, así como el ajuste a las continuas innovaciones tecnológicas de registro, acceso y uso de documentos y datos, promueven un entramado de estrategias y-sobre todo- de influencias recíprocas, que suelen acercarlas en teorías, métodos, aplicaciones y productos. Para ser entendidos a cabalidad, estos cambios requieren antes que nada de perspectivas históricas comunes.

El dossier que se presenta a continuación encarta en estas preocupaciones. Recoge cuatro contribuciones que no solo son diferentes en la procedencia geográfica de sus autores, si bien los cuatro son sudamericanos (Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay). Se distinguen además por la peculiaridad de sus aproximaciones, lo que evita el solapamiento de ideas, la reiteración de conceptos, o la uniformidad de los enfoques.

El trabajo de Ávila Araújo, que abre el dossier, propone una interpretación histórica de la archivología, la biblioteconomía y la museología desde el siglo XIX al presente, identificando con claridad las corrientes teóricas que han constituido los hilos conductores principales de sus particulares desarrollos. Curioso es comprobar que gran parte de esas huellas dejadas por el pensamiento crítico, son comunes a la evolución de buena parte de las ciencias sociales y humanas (funcionalismo, positivismo, fenomenología entre otras influencias). Destaca este autor las maniobras de aproximación histórica entre las tres disciplinas, que han provocado una “parcial disolución de las rígidas fronteras disciplinares (sin pérdida de identidad y de especificidad de cada una)”.

La contribución de Saraiva se constituye en una sólida y ordenada crítica a la teoría fundacionista en relación con la Ciencia de la Información. Esta teoría intenta determinar los fundamentos de la (s) disciplina(s) como sostén y fuente de legitimación de su existencia. La razonada revisión de literatura que realiza el autor lleva a identificar las trampas conceptuales en las que nos puede hacer caer el fundacionismo, en la ansiosa búsqueda de los cimientos últimos de nuestro campo, huesos virtuales de un fósil que conforme a este criterio, es una ilusión de la que se puede prescindir. Saraiva propone prestar atención sobre la obra de Rorty, en la que se encuentran los elementos de la filosofía epistemológicamente centrada, como una salida alternativa al laberinto epistemológico en el que parecemos habernos extraviado.

El artículo de Díaz-Jatuf nos devuelve a la concreta realidad de la formación de profesionales, de atención necesaria para recrear y perfilar nuestras disciplinas desde la enseñanza universitaria, pero esta vez desde un “discurso disidente”, asociado a la extensión. Describe la conformación de la primera diplomatura virtual en Bibliotecología Social de la Universidad de Buenos Aires, a partir de una Cátedra Libre, creada “para difundir áreas de la cultura y del  saber que no encuentran lugar específico en la currícula institucional de forma oficial y que las diferentes universidades ofrecen, con el derecho a ejercer la docencia en absoluta libertad”. Confluyen en esta modalidad alternativa de enseñanza, experiencias de la más arraigada tradición de la extensión universitaria latinoamericana, en la que parecer resonar como eco cercano la voz de Paulo Freire, entre otros referentes de la región. La experiencia es acompañada por la opinión de los estudiantes y docentes involucrados, y ofrece perspectivas de educación universitaria más compenetradas con las necesidades sociales.

El dossier se cierra con un sobrio y fundamentado trabajo del colombiano Didier Álvarez Zapata, quien dialoga con el concepto de Institución Informativo Documental (IID) aportado en los años 90 por el mexicano Miguel Ángel Rendón Rojas, como vertebrador y articulador de la bibliotecología, la archivología y la museología, consideradas en su dimensión sociocultural.

De este modo, el campo informativo documental concebido por Rendón Rojas involucra tanto los conceptos centrales (información, documentos, usuarios, etc.), como los procesos que se identifican en su entorno (adquisición, descripción, análisis, diseminación, etc.). En su conjunto son ellos los que permiten delimitar el conjunto de prácticas significativas de expresión social, de las tres disciplinas de la información involucradas.

Los cuatro autores, entonces, revisitan conceptos instalados, a menudo aceptados sin demasiada reflexión ni preocupación, contribuyen a su disección y a su proyección, imaginando escenarios que –sin dejar de lado la historia acumulada de las disciplinas-, al mismo tiempo abren puertas para dar con las claves contemporáneas, que permitan consolidar y legitimar nuestras áreas en el concierto de un mundo orientado a explotar de todas las maneras posibles las fuentes del saber y de la información.

Cabe el agradecimiento a los autores, en especial al Prof. Carlos Alberto Ávila Araújo, de la Universidade Federal de Minas Gerais, Brasil, que acompañó con iniciativa, liderazgo y dedicación la construcción de este dossier.